Los humanos han estado incrementando la cantidad de dióxido de carbono
en el aire quemando combustibles fósiles, produciendo cemento y clareando
terreno y quemando bosques. Alrededor del 22% de la actual concentración de CO2 en la atmósfera existe
debido a estas actividades humanas, considerando que no hay cambio en las
cantidades naturales de dióxido de carbono.
El dióxido
de carbono y la salud
Los principales peligros para la salud del dióxido de carbono son:
- Asfixia. Causada por la liberación de
dióxido de carbono en un área cerrada o sin ventilación. Esto puede disminuir
la concentración de oxígeno hasta un nivel que es inmediatamente peligroso para
la salud humana.
- Congelación. El dióxido de carbono
siempre se encuentra en estado sólido por debajo de los 78oC en
condiciones normales de presión, independientemente de la temperatura del aire.
El manejo de este material durante más de un segundo ó dos sin la protección
adecuada puede provocar graves ampollas, y otros efectos indeseados. El dióxido
de carbono gaseoso liberado por un cilindro de acero, tal como un extintor de
incendios, provoca similares efectos.
- Daños renales o coma. Esto es causado
por una alteración en el equilibrio químico de el tampón carbonato. Cuando la
concentración de dióxido de carbono aumenta o disminuye, provocando alteración
del equilibrio, puede tener lugar una situación amenazante para la salud.
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